viernes, 23 de octubre de 2020

David Bowie Entrevista: La vida en la tierra, Ken Scrudato, Soma Julio de 2003 (Estados Unidos)




Te escapaste de esos personajes que tenían la capacidad de hablar por ti…


Matizaría eso, pero sí. 


¿Podrías haber estado sobre un escenario ante veinte mil personas en algún punto de tu vida y decir lo que querías decir sin ellos…?


Bueno, siempre les hice decir lo que yo quería.


Pero ¿podrías haberlo dicho sin algo que lo canalizara?


¿Sin un personaje? Sí. En serio, dejé de concebirlos por mi propio bien de todos modos. Pasé por un periodo tan traumático a fines de los setenta que de verdad me cambió el rumbo. No compuse de un modo narrativo últimamente. Supongo que había algo de eso en ‘Outside’. En ese álbum éramos Brian Eno y yo, saliéndonos por una tangente extraña. Queríamos establecer una suerte de manifiesto sobre lo que fue el principio de los noventa. Creo que bastante acertado. 


Es uno de mis álbumes favoritos. 


Gracias, muchas gracias. Debo decir que al núcleo de mis fans, los que en serio conocen mis álbumes, les gustó mucho. Tenía toda una multitud de personajes, y de haber tenido un periodo de atención y motivación, habría sido bonito continuarlo de forma más plena. Grabamos una cantidad enorme de material y, en serio, existía la idea de hacer una continuación, una segunda y una tercera parte. Y habría sido bonito llevarlo adelante de alguna forma, como una especie de trilogía teatral. Pero simplemente no tengo paciencia. Brian sí la tendría. 


Ese es su trabajo, ser paciente con un genio. 


Bueno, él también es un genio. 


La cultura, tal como la conocemos, capaz de afectar al mundo más allá de un impacto directo y emocional, pues… eso, esencialmente, ha terminado…


Sí, de eso trata el pensamiento posmoderno. El fin de la cultura llegó. Creo que en realidad la intención de lo que dicen van más allá de que estaremos repitiendo de forma diferente todo lo que  se hizo antes. No estoy tan seguro de que la cultura misma haya terminado, pero es cierto que ya no se producirá nada nuevo. 


Pero internet no ha terminado. 


En lo que a mí respecta, sí (lanza una carcajada). ¿Has intentado comprar algo online últimamente?


Sí, pero es solo un problema con las tarjetas de crédito. Si vieras algunas cosas que se están haciendo… Tienen un marcado matiz de subversión. Le ha dado voz a gente que nunca, jamás, tuvo la posibilidad de tener veinte, cincuenta, mil personas, oyendo lo que tienen que decir. 


Sí, sí, ¡absolutamente! Pero en cierto modo en internet todo sigue estando tan oculto como siempre. Debe de haber un millón de bandas en internet ahora, pero ¿con cuántas  te vas a encontrar?


Cierto. 


No sé, creo que la parte más preocupante es que uno puede encontrar demasiado en internet. No creo que la gente le saque provecho de la forma adecuada. 


La gente tiene miedo de ciertas informaciones. 


Sí. Por ejemplo, yo visito mucho un sitio que se llama TruthOut.com, que creo que tiene una colección fantástica de ensayos y artículos sobre política y problemática internacional. En verdad, es un fabuloso depósito de información, de lo que se escribe en la prensa alternativa o en la prensa del resto del mundo, algo que aquí nunca ve la luz del día. Sé que muy poca gente lo lee y creo que es una pena. 


Me pregunto si estamos destinados a destruir el mundo y pienso que no poseemos la habilidad para impedirlo. 


No  creo que estemos destinados a hacerlo. No creo en absoluto que vayamos a destruirlo. No soy tan pesimista. Solo pienso que estamos en una transición en la que nos convertiremos en una humanidad que acepta el caos como premisa básica. Que acepta que existamos de esa manera. Y creo que estamos a medio camino entre las estructuras y la teoría del caos en este momento. Es evidente que evolucionamos en esa dirección. 


Pero no estoy seguro de que la tierra pueda resistirlo. De hecho, quizá no sobreviva a nuestro progreso. 


¡Oh, vaya! (Ríe)


¡Pero tú y yo ya no estaremos aquí!


Bueno, no voy a contarle eso a mi hija. Voy a contarle que va a tener una gran vida y que este es un mundo fascinante y que debería abrirse a todo tipo de experiencias… con cuidado. ¿Entiendes?, tengo que hacer eso. Es muy importante para mí esforzarme y desarrollar una actitud positiva. Porque este mundo ya no es para mí, y soy profundamente consciente de ello. No puedo ser así de egoísta. Y es muy, muy fácil para mí inclinarme hacia el lado más deprimente, nihilista y oscuro de la vida. En mi caso, siempre fue demasiado fácil hacerlo y ahora simplemente ya no lo necesito. Aparece en lo que compongo porque es el único espacio en el que me permito funcionar de esa manera. 


Es allí donde lo resuelves.


Sí. Y es como el viejo proverbio que usa Brian: “En el arte puedes estrellar tu propio avión y simplemente alejarte de allí”, algo que, desde luego, no puedes hacer en la vida real. Presentas una imagen más oscura de ti para que se vea, pero luego la rechazas, todo dentro del proceso de escritura. Hay algunas canciones en el nuevo álbum con las que yo no estoy de acuerdo. Pero es cierto que yo las compuse. Salieron así. 


Es como si estuvieras dialogando contigo mismo. 


Y creo que eso es lo que queda para mí en la música. Antes pensaba que tenía algo que decir. Y debió ser así. ¡Era joven! (Ríe).  Lo sabía todo por entonces. Ahora encuentro que las cosas están dirigidas por mí. Y que eso es lo que hago. ¿En qué me concentraría si no pudiera hacer lo que hago? Si no hubiera podido escribir canciones y cantarlas, no habría importado lo que hiciera. De verdad siento eso. Que tenía que hacer esto. 


Siempre me sentí afín a escritores como Camus, aunque la gente viera en él mucha negatividad. ¡Yo no! Para mí era muy importante lo que él tenía que decir. 



Así que vas a emprender una gira enorme con este disco. 


Sí. Y va a ser muy dura, porque no he hecho una gira larga desde hace mucho, mucho tiempo. Y esta gira, que arranca en septiembre, va a ser de veras enorme. El lujo que me doy en esta situación es que podré llevarme a mi esposa y a mi bebé conmigo. Cuando sea posible, cuando pueda dejarlas en una casa en Europa y volar aquí y allá, lo cual es bastante factible en Europa, porque nada queda demasiado lejos. 


¿Cómo te las arreglas? ¿Cómo puedes seguir haciendo tantas cosas?


No estoy seguro de cuánto me queda, ¿sabes? Pero hacer música está aún por encima de todo. De verdad que disfruto mucho; me encanta componer y me encanta crear. Y creo que todos tenemos el deseo de que algo nos ponga en marcha y pueda nutrir nuestro amor por la vida. Se hace cada vez más difícil conectar con una sensación de ese tipo, creo, pero ¿qué otra cosa podría hacer más que lo que hago?