sábado, 3 de diciembre de 2016

El Gran Musical Marzo 1993




"Nirvana es el ejemplo más detestable de grupo con éxito: farsante, embustero..."

"Tin Machine ni mucho menos están muertos. Y menos viendo a grupos como Nirvana, que es el ejemplo más detestable de grupo con éxito: farsante, embustero, que juega a ser iconoclasta, cuando se aprovecha de un oportunismo, del sistema, de la moda, porque alguien le ha dado por una idea hueca, que está basada en los sesenta, pero con un sentido de la apropiación detestable, absurda. Como la ridiculez de romper los instrumentos en escena o simbologías que son de risa, cuando lo que dicen es basura barata".



Pregunta: Hay una versión de una de las canciones de Morrissey...

Bowie: "Como te puedes imaginar, me recomendó Mick Ronson esa canción. Al fin y al cabo, Mick ha producido el último álbum de Morrissey, otro de mis imitadores. Creo que puede sacar buenos beneficios. Bueno, es broma. Morrissey es un buen letrista y siempre me he inclinado a penetrar en canciones de buenos escritores o en canciones que, simplemente, me han gustado lo suficiente". 
Pregunta: ¿Qué recuerdos tienes de la grabación de "Under Pressure"?

Bowie: Tú sabes que vivo en Montreux la mayor parte del tiempo. Allí cerca hay un estudio, pero también tengo como vecino al batería de Queen. A él se le ocurrió cantar un tema como "Under Pressure". La verdad es que apenas conocía a Freddie. Mi relación era más intensa con Roger Taylor.

Eran las diez y veinte de una mañana muy londinense cuando el duque penetró en la entrada de las oficinas de los estudios Mayfrair. Bueno, primero entró Coco, su eterna secretaria. Coco abría el cortejo. El delgado duque vestía un abrigo de cashemere azul oscuro y llevaba una cartera de ejecutivo en la mano izquierda. Y, en la derecha, un cigarrillo, como su único gesto indisciplinado con respecto a la sociedad. El tiempo marca las huellas en su rostro.

Quiero advertir que la conversación a micrófono abierto en ningún momento se pareció a la de micrófono cerrado. Con el micro abierto, Bowie se transforma en el Jekyll que siempre conocimos. Con su humor a la británica, sus poses de estudioso superestrella acostumbrada siempre a ser devorado visualmente.

Esta es la conversación a micrófono abierto:

¿Qué has querido hacer con este nuevo álbum?

Un buen álbum de música contemporánea. Todo disco tiene una filosofía centrada en el acontecimiento de mi boda. Hay dos canciones que hablan explícitamente de ella, aunque la primera sea casi un pasaje instrumental. Pero hay otras que conservan el espíritu de la boda.

¿Tan importante ha sido el acontecimiento para ti?

Sí. Primero, porque me he casado con una mujer sensacional. En segundo lugar, porque hemos involucrado a las dos familias. La familia de ella es musulmana. Por ello, el acontecimiento tenía una cierta solemnidad. Yo involucré hasta a mi madre, a pesar de que ella siempre ha permanecido lejos de cualquier contacto popular. En fin, me apetecía que todo fuera así. He aprendido el valor que tiene el dinero, en el sentido lúdico de la vida.

¿Sabes lo que me pasó? Yo creía que el álbum se llamaba Black Tie, White Nose (Corbata negra, nariz blanca) como si trataras de ajusticiar críticamente a ciertos ejecutivos que disfrutan del polvo blanco. Definitivamente pasó a titularse Black Tie, White Noise (Corbata negra, ruido blanco). En ese momento descubrí que…

En ese momento, Bowie empezó a montar el número, se puso de pie y empezó a simular el título del álbum. Cuando se calmó y se volvió a sentar, seguí con el intento de la pregunta.

… hasta que entendí que en realidad se trataba de una visión sobre los riots (distritos raciales) de Los Ángeles. Ahora ya sabemos que estás muy preocupado con los asuntos raciales…

El mismo día que llegaba a Los Ángeles empezó aquella tormenta y jamás me he podido liberar de ella. Pero tampoco la canción es una crónica de los acontecimientos.

¿Recuerdas que en París te pregunté sobre el rumor de que ibas a trabajar otra vez con Nile Rodgers?

Yo no podía decir nada, porque estaba en plena promoción de Tin Machine, pero sí que tenía previsto volver a trabajar con Nile Rodgers. Y creo que el resultado ha vuelto a ser positivo, porque los dos hemos evolucionado en cuanto a conceptos. Y tampoco son los tiempos ahora para hacer Let’s Dance. Teníamos que hacer el álbum que hemos hecho.

Pero en esta ocasión no has trabajado con el equipo de Nile Rodgers, en el estricto sentido de la palabra. Si no estoy mal informado, has vuelto a trabajar con Mick Ronson, tu guitarrista de los tiempos de Ziggy Stardust, incluso con Mike Garson, el pianista de Aladdin Sane. Pero sin perder de vista a Gabrels, tu guitarrista de Tin Machine.

Sí, todo ello es cierto. Y ha sido muy agradable, por ejemplo recuperar a Mike Garson, que se encontraba en plena batalla con la Cientología y su secta. O encontrar a un Mick Ronson con sus problemas de salud, pero con una ilusión como guitarrista yo diría más que vitalista. En fin, y en Gabrels, que considero un guitarrista sensacional.

Ya que hablas de Gabrels, ¿Tin Machine está muerto?

No, de hecho empezaremos a grabar un nuevo álbum en unos cuantos meses. Creo en el grupo y en el proyecto resulta muy interesante.

Yo creo que el primer álbum sobre todo, contiene unas melodías formidables y la fuerza del grupo era impresionante, pero creo que fallaba la imagen.

¿Por qué? ¿Por qué lo dices?

Porque a la gente que le gusta ese tipo de rock duro no resiste una imagen de unos músicos vestidos con trajes caros, impecables, modernos. Pero , claro, tú eres un gentleman e imagino que no puedes regatear a tu propia idiosincrasia.

En ese momento sonrió y pareció muy humano, muy vulnerable, aunque siguió con las bromas.

Volvamos a Tin Machine, un grupo que no ha tenido mucho éxito.

¿Mucho éxito? Eres demasiado generoso. Ha sido un fracaso, pero eso no me va a obligar a tirar la toalla. Ya te digo que Tin Machine ni mucho menos están muertos. Y menos viendo a grupos como Nirvana, que es el ejemplo más detestable de grupo con éxito: farsante, embustero, que juega a ser iconoclasta, cuando se aprovecha de un oportunismo, del sistema, de la moda, porque a alguien le ha dado por una idea hueca que está basada en los sesenta, pero con un sentido de la apropiación detestable, absurda. Como la ridiculez de romper los instrumentos en escena o simbologías que son de risa, cuando lo que dicen es basura barata.

Está claro que Nirvana no te gustan nada, absolutamente nada. Sin embargo, ya he oído decir que te gusta el grupo del momento en Inglaterra, Suede, que en realidad el cantante parece que te imita descaradamente.

Me gusta tu mala pronunciación de Suede, me gusta Suede. Puede que volvamos a encontrarnos con el mismo ejercicio del grupo de moda, que las expectativas que se han creado en torno al grupo pueden ser excesivas. Todo ello es posible, pero es lo que tenemos y debemos ser optimistas. ¿Hay otra cosa?

Me ha extrañado la decisión de que te hayas atrevido a hacer una versión de un tema de los Cream, I Fell Free, porque nunca te habías ido estilísticamente a esa superficie del rock.

Pero no creas. Siempre me gustó esa canción. Hace poco estuve con Jack Bruce y él me gusta como persona. Mucha gente se cree que Cream solo fue Eric Clapton, pero Jack es un gran músico y un gran compositor. ¿Has escuchado su último álbum? Es francamente bueno.

¿Sabías que Mark King, de Level 42 hizo una versión del tema?

No, no lo sabía. Es buen bajista el chico de Level 42. Bien, al final se trata de una canción para bajistas, Jack Bruce es también bueno como bajista.

Y, luego, hay otra sorpresa en tu nuevo álbum. Hay una versión de una de las canciones de Morrisey…

Como te puedes imaginar, me recomendó Mick Ronson esa canción. Al fin y al cabo, Mick ha producido el último álbum de Morrisey, otro de mis imitadores. Creo que puede sacar buenos beneficios. Bueno, es broma. Morrisey es un buen letrista y siempre me he inclinado a penetrar en canciones de buenos escritores o en canciones que, simplemente, me han gustado lo suficiente.

¿Cuál es la canción que más te gusta del álbum? Mi favorita es precisamente Black Tie, White Noise…

Yo no me planteo nunca un álbum en el sentido de encontrar el single ideal. Ese papel siempre se  lo he dejado gratuitamente a los sellos discográficos. A mí me gustan todas las canciones del álbum, por eso se van a publicar.

¿Cuál es la que han elegido ellos como single?

Ellos han elegido They Say Jump.

¿Ellos dicen salta? ¿La canción va por ti?

Bueno, quizá sí. En este álbum soy lo más sincero posible. Y hay grandes canciones de amor, porque considero que debía expresar ese sentimiento de forma muy natural. Iman ha ejercido una gran influencia sobre mí. En todos los sentidos. Es una mujer lista, con infinitas ganas de aprender, incluso cosas que no ha hecho nunca. Como esquiar.

¿Para cuándo harás una gira de este álbum?

No hay nada previsto en ese sentido. Me han llegado a desesperar las giras aunque fueran pequeñas, como las que he tenido con los Tin Machine. Además, tengo una mujer sensacional y no quiero dejarla sola tanto tiempo. De ninguna manera.

Es posible que te cansaras de las giras con la penúltima de Sound and Vision. Yo siempre esperé algo más espectacular de aquella gira en la que te despedías de todos tus grandes éxitos. Por ejemplo, esperaba hasta tres escenarios diferentes…

¿Tú crees? Yo pienso que esa gira tuvo mucho éxito. Y que resultó maravillosa. Muchos críticos dijeron algo parecido.

Yo no niego que fuera así. Pero uno siempre espera a un Bowie espectacular, diferente, sorprendente, como aquel que vi en el Rain-bow, cuando Ziggy Stardust.

¿Tú estuviste allí en julio del 72?

Yo estuve allí. Y además, no fue en julio, fue en agosto, recuerdo aquellos mimos, la arena como piso del escenario, los tubos metálicos. Maravillosos tiempos de un Bowie absolutamente sorprendente en el escenario. Aunque, para decir la verdad, me gustó más la gira de Serious Moonlight, después de que apareciera Let’s Dance. Me gustaba la puesta en escena, todos vestidos de aventureros, el coro de los hermanos Simms, la calavera, el globo terráqueo.

La verdad es que era todo un carnaval, estaba bien. Pero insisto que la gira de Sound and Vision es la que más me ha gustado.

¿Qué te ha parecido todo el carnaval de marketing macabro con la imagen de Freddie Mercury?

Mal. Lo peor es que también me he sentido utilizado en toda la ceremonia.

¿Qué recuerdos tienes de la grabación de Under Pressure?

Tú sabes que vivo en Montreux la mayor parte del tiempo. Allí cerca hay un estudio, pero también tengo como vecino al batería de Queen. A él se le ocurrió cantar un tema como Under Pressure. La verdad es que apenas conocía a Freddie. Mi relación era más intensa con Roger Taylor.

Imagino que fue él mismo quien te convenció para participar en el homenaje en Wembley.

Sí, él tuvo la idea de que cantara con Annie Lennox. No la conocía. Gran cantante, muy buena, interesante mujer, aunque se puso mucho maquillaje ese día. ¿No te parece?

Volvió a salir el sentido del humor de Bowie.

Sí, la verdad es que resultó algo raro que alguien te ganara en maquillaje. Por cierto, ¿cómo te llevas ahora con Lou Reed?

Bien, además jamás hablamos de las cosas malas del pasado. Hablamos de todo sin necesidad de referirnos nunca a los viejos tiempos.

Me han dicho que puedes llegar a hacer una película con Martin Scorsese…

No, no hay nada de eso. Había una posibilidad, pero se ha esfumado. Estoy muy decepcionado del cine, es algo en lo que no he tenido suerte.

Sabemos que hablas francés. Pero por el español no te ha dado…

Mira, me sirve saber cómo se pide un cigarrillo. Lo sé decir hasta en japonés –y me lo demuestra-. Pero soy un viajero nato. Es lo que más me gusta. Viajar y viajar.

En ese momento se cerró el micrófono. Fue otro Bowie preguntándome si de verdad me había gustado su álbum, preguntándome qué opciones tiene el disco en España. Otro Bowie.

Bailando sobre las tumbas de Lennon y McCartney

Hablarle a Bowie sobre su vecino, amigo y todo lo que se le quiera decir de Mick Jagger, siempre acarrea perversas polémicas, comentarios agrios. O tener delante al raro Bowie. Pero siempre hay que preguntarle por Jagger.

La semana pasada estuve con Mick Jagger en Nueva York y parece feliz. Yo creo que ha hecho un buen álbum.

Sí, ¿tú crees? Bueno…

¿No te gusta?

Puede parecer un clásico álbum de los Stones. A mí me parce que se ha copiado a sí mismo y eso es lo peor que puede hacer un artista. Es como hacer el primer agujero para tu propia fosa.

Por cierto, me dijo que la unidad europea, acerca de Maastricht…

Oye, por favor, a mí no me hables de política. Me siento incómodo. Qué quieres que te diga. Yo, si estoy en Túnez, también me puedo sentir tunecino. Me da igual

El responsable de promoción le dijo a Bowie: “¿Sabes que el tema de Jagger entró una semana en listas y desapareció a la semana siguiente?

¿Sí?  Eso debe ser grave, dijo Bowie.

¿Sabes David? Dijo el jefe de promoción “Mick debe estar en la ciudad?”

¿Sí?, dijo Bowie, “Estará de verdad muy preocupado con la promoción”.

¿Y qué te parece el disco de Paul McCartney?, pregunté yo.

No me hables para nada de eso; es basura, contestó.

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